Mañana comenzará a gestarse una experiencia inédita en la Argentina: la academia, la industria y el Estado sumarán fuerzas para darle un fuerte impulso en el país a la investigación aplicada en informática.
El punto de partida será la firma de un decreto que autorizará a funcionarios y centros de investigación públicos a participar en la Fundación Manuel Sadosky, un emprendimiento que creará grupos de investigación capaces de ofrecer soluciones informáticas para aumentar la competitividad de la industria local.
Los protagonistas de esta historia no ocultan su entusiasmo. "Necesitamos que nuestros productos y servicios incorporen más investigación y desarrollo. Esto nos dará sustentabilidad y, sobre todo, una mayor competitividad en un mundo, que, hoy por hoy, está signado por el conocimiento", dice Carlos Pallotti, presidente de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (Cessi), que, junto con la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (Cicomra), impulsa el proyecto.
"Queremos crear centros de referencia local que tengan visibilidad internacional", afirma el doctor Gabriel Baum, investigador y profesor de la Universidad de La Plata. "La industria informática ya emplea el doble del personal que la industria automotriz -agrega el doctor Hugo Scolnik, experto en criptografía de la UBA-. Tiene una tasa de crecimiento del 20 al 25% anual, el doble que la economía. Y ya hay más de cien oficinas de empresas argentinas en el exterior, desde Shanghai hasta Nueva York, productoras de software. Los profesionales argentinos son competitivos. Hay enormes oportunidades para el país."
La necesidad de que la academia, las empresas y el sector público converjan en un proyecto común venía discutiéndose desde 2004. Y aunque no es sencillo que personas llegadas de tres ámbitos tan diferentes hablen un lenguaje común, todos sienten que éste puede ser un nuevo modelo de integración entre lo público y lo privado.
"La idea es que toda empresa local que tenga problemas de investigación y desarrollo pueda llevarlos a estos centros, donde se resolverán; si es necesario, en colaboración con los especialistas que se requieran del resto del país", subraya Scolnik.
Está previsto que durante este año la Fundación Sadosky abra las puertas del primero de estos centros, en la Ciudad de Buenos Aires, y licite la creación de otros dos o tres en el interior: los grupos interesados en postularse tendrán que estar conectados con una universidad nacional, con el gobierno local, con por lo menos diez pymes de la región y con una empresa internacional dedicada a la informática y las telecomunicaciones.
El Centro porteño empleará a entre diez y veinte investigadores. "Aspiramos a contar con personas que tengan la experiencia suficiente como para identificar qué especialistas son capaces de proveer las soluciones correspondientes para cada tema en el país", dice Scolnik.
"Abordaremos también los grandes problemas nacionales; por ejemplo, cómo la tecnología puede ayudar a la educación y la salud", añade Baum. Y concluye Scolnik: "Se calcula que para 2010 se creará un sitio de Internet cada once minutos. En un mundo así, será imperioso reducir la brecha digital y resolver cómo hacerlo con recursos escasos...".
Considerado el padre de la computación en el país, Manuel Sadosky fue un ícono de la ciencia local. Era un convencido de que el mayor capital que puede tener un país es el talento de su gente. Si aún viviera, estaría feliz con este proyecto...
Por Nora Bär ciencia@lanacion.com.ar
FUENTE: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=883468
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