sábado, 25 de diciembre de 2010

Desarrollan golosinas saludables

Un fruto de generoso tamaño como la sandía y de bajo costo de producción, guarda en su colorado interior propiedades más que apetitosas. Es que su pigmento rojo contiene sustancias, que pueden prevenir enfermedades. ¿Cómo lograr atraer su consumo dado sus saludables componentes?, se plantearon investigadoras argentinas, y pusieron bajo el microscopio a esta fruta con el fin de generar productos innovadores. Entonces comenzó a desandar una línea de trabajo: “Desarrollar bocaditos crocantes de sandía deshidratada, que resulten una golosina saludable”, indica la doctora María del Pilar Buera, desde el Laboratorio de Propiedades Físico-químicas y Conservación de Biomoléculas de Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (FCEyN-UBA), quien dirigió, junto con el Dr. Claudio Petriella, el trabajo de tesis de Alicia Gallo de la Universidad de Luján, sobre este tema.

La sandía, muy conocida por todos, estaba poco estudiada, según señala Buera, y resultó que “tiene una alta concentración de licopeno, un caroteno que es el pigmento rojo característico de la sandía. El licopeno, que se hizo famoso en el tomate, podría tener incidencia en prevenir el cáncer de próstata, según diversos estudios. Es que los carotenos - puntualiza Buera- tienen capacidad antioxidante que frena la acción de los radicales libres que pueden conducir a consecuencias negativas”.

La nota completa, acá.

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